Cuando Danilo Medina
asumió la presidencia de la República sólo 2 de cada 10 extranjeros
residentes en nuestro país estaba regular. El resto (8 de cada 10 y en
su casi totalidad haitianos) estaba irregular, es decir, NO TENIA
PAPELES DOMINICANOS que explicaran o justificaran su estadía o presencia
en nuestro país.
A ese “problema” (llamémosle así) se le agregó, poco después, otro “problema”: el de la NACIONALIDAD DOMINICANA de personas nacidas en República Dominicana hijos de ambos padres extranjeros en situación migratoria irregular, unos con papeles dominicanos y otros sin papeles dominicanos, afectados por la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional dominicano.
Irregularidad migratoria y nacionalidad dominicana
iDos
problemas: la IRREGULARIDAD migratoria de 8 de cada 10 extranjeros y la
NACIONALIDAD o no de personas nacidas en nuestro país, unos con papeles
y otros sin papeles dominicanos.
En lugar de IGNORAR esos dos problemas, el gobierno de Danilo Medina tomó la decisión de RESOLVERLOS con valentía, apego a la ley y con humanidad. El pueblo lo reclamaba, la economía lo exigía y la ley lo mandaba.
Para cada uno de esos dos problemas se crearon dos instrumentos: el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros y la ley 169-14 (aprobada casi a unanimidad por el Congreso Nacional).
Pero, en realidad, no eran ni son DOS, sino TRES problemas.
Huyen de Haití y cruzan a República Dominicana
El
tercero era (y sigue siendo) el permanente flujo migratorio haitiano
hacia nuestro país. Cada año, cada mes, cada día, cada vez más
extranjeros (haitianos) ingresan y se quedan en República Dominicana
IRREGULARMENTE sin ningún control documental ni de ningún tipo. De Haití
HUYEN Y CRUZAN como Pedro por su casa a República Dominicana. Sin
papeles. Buscan empleo, salud y educación, condiciones materiales para
vivir dignamente que el gobierno y las empresas privadas haitianas NO
han sido sido capaces de ofrecerles.
Nuestro Ministerio de Defensa, a través del Cesfront y la Dirección General de Migración, DEVUELVEN todos los días a cientos de haitianos que ingresan a nuestro país irregularmente. O les IMPIDEN entrar irregularmente.
La verdad es que la ausencia de políticas públicas en Haití que EXPULSA HAITIANOS SIN PARAR hacia República Dominicana es la CAUSA REAL del tercer problema y toca al gobierno haitiano resolver -si se quiere con la colaboración o con la exigencia de la Comunidad Internacional- no al gobierno dominicano. Hasta ahí no podemos llegar.
Sin embargo, con una comprensión rigurosa del fenómeno migratorio y en el patriótico interés de República Dominicana, el gobierno dominicano ofreció su colaboración al gobierno y al empresariado haitiano en mejores políticas e inversiones para así EVITAR que los haitianos tuviesen motivos para emigrar hacia nuestro país.
A ese “problema” (llamémosle así) se le agregó, poco después, otro “problema”: el de la NACIONALIDAD DOMINICANA de personas nacidas en República Dominicana hijos de ambos padres extranjeros en situación migratoria irregular, unos con papeles dominicanos y otros sin papeles dominicanos, afectados por la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional dominicano.
Irregularidad migratoria y nacionalidad dominicana

En lugar de IGNORAR esos dos problemas, el gobierno de Danilo Medina tomó la decisión de RESOLVERLOS con valentía, apego a la ley y con humanidad. El pueblo lo reclamaba, la economía lo exigía y la ley lo mandaba.
Para cada uno de esos dos problemas se crearon dos instrumentos: el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros y la ley 169-14 (aprobada casi a unanimidad por el Congreso Nacional).
Pero, en realidad, no eran ni son DOS, sino TRES problemas.
Huyen de Haití y cruzan a República Dominicana

Nuestro Ministerio de Defensa, a través del Cesfront y la Dirección General de Migración, DEVUELVEN todos los días a cientos de haitianos que ingresan a nuestro país irregularmente. O les IMPIDEN entrar irregularmente.
La verdad es que la ausencia de políticas públicas en Haití que EXPULSA HAITIANOS SIN PARAR hacia República Dominicana es la CAUSA REAL del tercer problema y toca al gobierno haitiano resolver -si se quiere con la colaboración o con la exigencia de la Comunidad Internacional- no al gobierno dominicano. Hasta ahí no podemos llegar.
Sin embargo, con una comprensión rigurosa del fenómeno migratorio y en el patriótico interés de República Dominicana, el gobierno dominicano ofreció su colaboración al gobierno y al empresariado haitiano en mejores políticas e inversiones para así EVITAR que los haitianos tuviesen motivos para emigrar hacia nuestro país.
Razonamiento dominicano

Orden con humanidad

En otras palabras, el gobierno haitiano tiene que poner de su parte, hacer su tarea; la comunidad internacional debe entender y aceptar que en República Dominicana hay un gobierno que quiere ordenar con humanidad una situación que ha llegado a su límite y, finalmente, el pueblo dominicano tiene que respaldar con todas sus fuerzas la decisión de su gobierno porque el nuevo orden en marcha provoca resistencias en aquellos intereses que se benefician del desorden imperante pero que se cuidan, por pudor, de decirlo públicamente con toda franqueza y recurren a la mentira novelada como respuesta.
Pueblo dominicano y su gobierno, unidos como nunca

La verdad dominicana

Gobierno haitiano tiene que hacer su tarea
Al gobierno haitiano le toca hacer su tarea y dejar de tomar a la República Dominicana de pretexto para evadir sus responsabilidades frente a su pueblo. Ponerse a gobernar para su pueblo, creando oportunidades de inversión y de empleos para sus ciudadanos, garantizando el derecho a la educación y a la salud, dotando de documentos a sus nacionales, cumpliendo el compromiso de celebrar elecciones legislativas y municipales el 9 de agosto y presidenciales el 25 de octubre.
Esa, y no otra, es la verdad.