Domingo Bautista y El Pachá son dos figuras que se han forjado abrevando de la sabiduría popular.
Dos comunicadores del pueblo que han podido sintonizar con los códigos que prevalen en el tiempo, antes y ahora.
Por ello integran una mutual imbatible en la comunicación de la televisión popular, enfrentando los avatares de un medio que no admite el crecimiento de la gente, porque lamentablemente vivimos en un país de muchos enanos, por genética, que nunca van a crecer.
No es fácil sacar la cabeza en un entorno donde hay muchos siempre afilando hachas, y es lo que explica situaciones que se dan en casos como el de Ramón Pastrano, otro gran héroe de la televisión dominicana, que se ha visto enfrentado a la insensatez, a los recelos, a la envidia y a las veleidades de quienes en vez de estimular interponen zancadillas y te pisotean para que no te levantes.
No vayan a creer que la de Domingo y El Pachá es una lucha de ahora. Así ha sido siempre, en un medio tan carenciado de apoyo solidario, donde hay que luchar tanto para hacer un nombre, frente a gente que intenta borrarte a como dé lugar.
Sin que esto que decimos se interprete como una alusión a alguien en particular, porque lo hacemos de manera general, uno de los aspectos quizás más sensible es el del sector de la prensa "elitista" que solo apoya y da cabida a programas de megadivas y de figuras rancias que solo trascienden con trivialidades y menudencias.
Creo sin embargo que a Domingo y al Pachá, sencillamente hay que apoyarlos en su empeño de presentar siempre lo mejor de lo nuestro.
Es nuestra reflexión de hoy, al levantarnos en un día gris, oteando el paisaje desde el balcón.