Por: José Ramón Martínez Burgos
No se puede esperar en las democracias que observen la menor gratitud, quien se presenta como un estorbo, lo que es lo mismo, un posible rival, lo eliminan y lo sacan del círculo.
Basta con recordar a De Gaulle, al llegar al poder se desligó de su amigo que lo ayudó a regresar a la cima, como si hubiera sido su eterno rival, hasta a Pompidou trató de hacer lo mismo, aunque fracasó. Por eso, sostengo que Maquiavelo sigue vigente.
No se puede esperar en las democracias que observen la menor gratitud, quien se presenta como un estorbo, lo que es lo mismo, un posible rival, lo eliminan y lo sacan del círculo.
Basta con recordar a De Gaulle, al llegar al poder se desligó de su amigo que lo ayudó a regresar a la cima, como si hubiera sido su eterno rival, hasta a Pompidou trató de hacer lo mismo, aunque fracasó. Por eso, sostengo que Maquiavelo sigue vigente.
Aquí sobrarían los ejemplos desde Trujillo, con don Horacio Vásquez hasta Balaguer con Augusto Lora, Leonel con Danilo y muchos otros más que han ostentado el poder. Es que los políticos no son prisioneros de los sentimientos duraderos y por lo regular se muestran olvidadizos con respecto a los servicios que reciben aún cuando su imagen se disminuya.
Es que el político y mas el dominicano, le gusta mucho aparecer como el más temible. Por eso, la mayoría de las veces suele decir que las elecciones se ganan comprando la defección en los partidos, sean grandes o pequeños y por eso, las alianzas no duran largo tiempo, porque los ideales no cuentan. Hay que tomar decisiones según las circunstancias y las clases de hombres y mujeres. Es que las relaciones de fuerzas cambian.
El precio de la victoria no engendra odios sino sumisión y en eso Napoleón era un maestro, porque era demasiado grande para poder sentir odio: seducía, pero sin olvidar nada. Parece o mejor dicho, es verdad, que nadie está por encima del líder, quien se atreve a destacarse lo fulminan con desprecio y abandono.
En la lucha por el Poder cualquier estilo, hasta el más insignificante, cabe en el discurso, hasta con hacerse querer, seducir a todos, gustar y para disfrutarlo y ejercerlo sólo hay que aparentar tener éxito y que la gente lo crea. Lo demás, cae por si solo. Democracia o Dictadura, es según el disfraz o el color como se observa, porque el objetivo siempre es el mismo, disponer del poder a su manera, apropiarse de él por cualquier medio, durante todo el tiempo que se pueda.
jrmartinezbur@codetel.net.do
jrmartinezbur@gmail.com
En la lucha por el Poder cualquier estilo, hasta el más insignificante, cabe en el discurso, hasta con hacerse querer, seducir a todos, gustar y para disfrutarlo y ejercerlo sólo hay que aparentar tener éxito y que la gente lo crea. Lo demás, cae por si solo. Democracia o Dictadura, es según el disfraz o el color como se observa, porque el objetivo siempre es el mismo, disponer del poder a su manera, apropiarse de él por cualquier medio, durante todo el tiempo que se pueda.
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