De las casi 19 millones de personas infectadas en el mundo por el nuevo coronavirus, sólo unas 78,000 están en Israel. De 706,000 muertes, sólo 565 han ocurrido en ese país. En EEUU hay 4.8 millones de enfermos y más de 156,000 decesos. Con estas cifras, el gobierno israelí abrió las escuelas el 17 de mayo, pero fue un error.
Esta decisión costó vidas y dejó cientos de infectados en ese país justo cuando creían haber controlado al virus. Estas son algunas de las razones por las que reabrir las escuelas en Israel durante la pandemia fue todo un fracaso.
Reapertura total
The New York Times recogió las opiniones de varios expertos y las experiencias de algunas personas en torno a la reapertura de las escuelas en Israel, con el fin de advertir sobre las posibles consecuencias de esta decisión a otros países que en este momento están afinando su propia decisión.
Desde el punto de vista de esos expertos, reabrir totalmente las escuelas fue un error, pues con el número de casos tan bajo que registraba ese país, pensaron que la enfermedad había terminado, pero fue “una ilusión completa”, le dijo el doctor Hagai Levine, de la Universidad Hebrea-Hadssah a la publicación. “El error en Israel es que puedes abrir el sistema educativo, pero tienes que hacerlo gradualmente, con ciertos límites, y debes hacerlo de una manera muy cuidadosa“, agregó el también profesor de Epidemiología.
La primera escuela que reportó contagios, el mismo día que abrieron las escuelas, fue la histórica escuela secundaria Gymnasia Ha’ivrit de Jerusalén. En resumen, 154 estudiantes y 26 miembros del personal contrajeron COVID-19 tan sólo en ese plantel; 60 por ciento de los estudiantes infectados estaban asintomáticos.
Para el final del ciclo escolar, al terminar junio, el gobierno israelí había cerrado 240 escuelas, puso en cuarentena a 22,520 maestros y estudiantes, y terminó con 977 personas contagiadas, entre estudiantes y personal escolar. Para finales de julio, el país comenzó a registrar días con 2,000 nuevos contagios.