El zar de la belleza se deslinda de las denuncias de prostitución y de corrupción dentro del afamado certamen hechas por ex concursantes
Hay una corona que Osmel Sousa (Cienfuegos, 1948)quiere preservar: la reputación del Miss Venezuela. Apodado como el zar de la belleza por conseguir la victoria de siete reinas en el Miss Universo y otras tantas en diversos certámenes internacionales, el 4 de febrero decidió dimitir con timidez de la dirección del concurso.
“Realicé muchos sueños, traje muchos triunfos y di alegría a una nación. Hoy decido retirarme de la presidencia de la Organización Miss Venezuela por la puerta grande, por la misma puerta que entre hace casi 40 años de la mano de mi gran amigo Gustavo Cisneros (el magnate dueño del concurso y de la televisora Venevisión)”, así anunció su despedida por Instagram.
Tras su renuncia se ha plantado en Miami para continuar con sus compromisos en el programa Nuestra belleza latina, televisado por la cadena Univisión, continuar con la escritura de una autobiografía y hasta descansar de las frenéticas competencias.
Pero el sosiego no es completo, Sousa ahora se deslinda del escándalo alimentado por denuncias de excandidatas que denuncian prostitución y otras como Claudia Suárez (finalista del certamen en 2006) relacionada con el empresario chavista Diego Salazar en la trama de la Banca Privada de Andorra que sirvió de vía para el desfalco de 2.000 millones de dólares de Petróleos de Venezuela.