El juicio de Bill Cosby
por agresión sexual comenzó el lunes con un testimonio cargado de
lágrimas y con los fiscales pintando al famoso actor como un depredador
sexual que incapacitaba a sus presuntas víctimas con drogas y vino.
Es el mayor juicio a una celebridad estadounidense en muchos años, y
el actor de 79 años, pionero al pulverizar las barreras raciales, corre
hoy el riesgo de pasar el resto de su vida tras las rejas. Enfrenta una
sentencia mínima de 10 años de prisión más una multa de 25 mil dólares.
Vestido de traje azul marino, Cosby se sentó junto a su equipo de
abogados en la corte de Norristown, un suburbio de Filadelfia
(Pensilvania, este), los ojos dirigidos a veces al jurado, a veces hacia
abajo.