Como cantante no tienes mucho futuro, pero eres un buen compositor”, le dijo el director de una discográfica a José Luis Perales cuando empezó su carrera. Y, lejos de acongojarlo, este comentario lo entusiasmó, porque escribir era justamente lo que él quería hacer desde que era un adolescente. Pero se sabe: en el mundo del arte, los que manejan el negocio muchas veces se equivocan. Y este es un ejemplo de ello.
Es verdad que, como compositor y con más de 500 temas registrados a su nombre, el hombre de Castejón, es insuperable. Ha escrito canciones para Julio Iglesias, Raphael, Miguel Bosé, Rocío Jurado, Paloma San Basilio, Mocedades, Azúcar Moreno, Rosa López e Isabel Pantoja, entre otros grandes intérpretes. Y todas se han convertido en éxito.
Sin embargo, a principios de los 70, el productor Rafael Trabucchelli lo convenció para que cantara. El lo hizo, un poco a desgano, convencido de que lo suyo iba a ser un fracaso y que enseguida podría dedicarse nuevamente a lo suyo, la composición. Sin embargo, el primer tema al que le puso su voz fue Celos de mi guitarra. Y, muy a su pesar, se convirtió en un éxito tal que lo condenó a tener que seguir subiéndose a los escenarios hasta el día de hoy.
Igual, él siempre disfrutó componiendo para otros. El más claro ejemplo es el de “¿Y cómo es él?”, uno de los temas más consagrados de su carrera. Perales lo escribió para encargo para Julio Iglesias, la compañía que lo tenía contratado intuyó un éxito y decidió que tenía que grabarlo él. Así que no le quedó más remedio que cantarlo hasta el cansancio en cada uno de sus recitales, a pesar de que nunca se sintió identificado con su letra.