Durante tres años, el hogar de Laura Bozzo fue un estudio de televisión. Presa en su centro de trabajo, dormía, comía y hacía su programa desde el mismo lugar debido a un arresto domiciliario que le quitó parte de su vida.
Fueron tres años (de 2002 a 2005) en los que estuvo bajo investigación por un delito que no cometió. Su “error” fue presentar en televisión a Zaraí, la hija no reconocida del ex presidente peruano Alejandro Toledo (detenido actualmente en confinamiento solitario en una cárcel de California y con una orden de extradición a Perú pendiente por acusaciones de corrupción en el caso Odebrecht).
Aunque han pasado diecisiete años y Laura pudo salir de nuevo a la calle, la presentadora peruana se sigue sintiendo presa.
Por la investigación en su contra - esta acusada de haber recibido dinero de Vladimiro Montesinos- , a Bozzo le retiraron su visa para entrar a Estados Unidos. Aún hoy no puede ingresar a ese país, en donde perdió la casa que tenía y, sobre todo, la carrera que había construido allí.
Como parte de la entrevista que ofreció a Infobae México, desde la intimidad de la cocina de su casa (para no despertar a su hija Alejandra), una Laura sencilla y amable nos recibió en pijama y sin maquillar y nos habló de lo difícil que ha sido para ella no tener la visa para entrar a EEUU.
“Fui una tonta que lo único que quiso fue sacar a la hija no reconocida de un presidente y mostrar que él era un corrupto, que ahora, por cierto, está preso en Estados Unidos. Por derecho y por Justicia lo que a mí me corresponde para cerrar el círculo de mi vida es poder entrar a los Estados Unidos, que se me dé la visa por Justicia. Por todas las cosas que he perdido. Por todas las cosas que he llorado, para poder reencontrarme con una parte de mi vida que se quedó totalmente cortada con el arresto y con el tener mi casa allá y perderla. Yo perdí todo, lo perdí todo. Creo que merezco regresar y cerrar el círculo de mi vida pudiendo entrar a los Estados Unidos”.
Por derecho y por justicia lo que a mí me corresponde para cerrar el círculo de mi vida es poder entrar a los Estados Unidos, que se me dé la visa
— ¿Hace cuántos años no puedes entrar a Estados Unidos?
— Dicisiete años, por un juicio que se me declaró inocente sigo presa después de dicisiete años por un delito que no cometí. Diecisite años, en los que he perdido mi casa, he perdido todo lo que gané. Porque, claro, al no poder entrar, todo el mundo me ha estafado. Y me siguen estafando. Yo sigo trabajando para pagarle a gente de allá para que solucione mis problemas y, al final, en lugar de solucionarlos lo complican para poder sacarme más dinero.