El Sistema Nacional de
Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 llegará a las provincias de Azua y
Barahona en los próximos días como parte del proceso de expansión del servicio
anunciado por el presidente Danilo Medina en junio pasado con ocasión del quinto
aniversario de funcionamiento.
Un poco más de 409,000
personas se verán beneficiadas con la ampliación del sistema a estas provincias
del sur del país, alcanzando una cobertura del 83% de la población nacional,
cerca de 8.5 millones de dominicanos.
El ministro de la
Presidencia, Gustavo Montalvo, quien tiene a su cargo la coordinación del
sistema, anunció las nuevas ampliaciones con motivo de la puesta en marcha del
sistema en las provincias de San Juan de la Maguana y Duarte, recientemente.
“El 9-1-1 llegará a
las provincias de Azua y Barahona, además de Hermanas Mirabal, Hato Mayor,
Valverde, María Trinidad Sánchez y Sánchez Ramírez”, expresó Montalvo como
parte de la ampliación prevista del sistema para los próximos meses.
En términos de
población, el sistema atenderá a casi 1,200,000 personas más con la expansión
programada para las siete provincias mencionadas y seis municipios: Baitoa,
Sabana Iglesias, Sajoma y Jánico en la provincia de Santiago, y Jarabacoa y
Constanza en la provincia de La Vega.
En la actualidad, el
sistema de atención a emergencias funciona en 16 provincias, 65 municipios y
167 distritos municipales donde viven un poco más de ocho millones de personas,
cerca del 79% de la población nacional.
Para el ministro
Montalvo, la mejora en el servicio de
respuesta a la ciudadanía por parte del 9-1-1 radica en la coordinación de las
agencias que integran el sistema.
“Es una transformación
total en los sistemas de respuesta que el Gobierno pone al servicio de los
ciudadanos. Es una mejora sin precedentes de los servicios de atención”,
expresó el ministro Montalvo.
El ministro destacó
que el sistema del 9-1-1 mejora la seguridad en las calles y barrios donde
opera gracias a que la población cuenta con más personal y mejor equipado.
Además, la asistencia
oportuna y profesional está contribuyendo a reducir los índices de mortalidad
de enfermedades cardiovasculares y del sistema respiratorio, así como la
mortalidad materno-infantil.