Por: Miguel Melenciano
New York, NY.-En
varias ocasiones hemos tratado el tema de la poca -quizás ninguna- inversión para
promocionarse que hacen los artistas dominicano después que pegan un tema
musical, se ha llegado a decir, que la consecuencia de esto, ha dado como
resultado, que el ritmo autóctono dominicano, el merengue, presente una crisis
espantosa, y que solo, artista, como Héctor Acosta, “El Torito”, Eddy Herrera, actualmente
y con gran éxito internacional, entre unos pocos, sacan la cara por el género.
Sobre si está en
crisis o no el merengue, cada quien tiene su criterio, pero si algo es cierto, es
que las mayorías de merengueros, de los 60’, 70’, 80’, 90’, 00, hasta ahora, no
han invertido en la internacionalización de su figura, solo se han preocupado
por aprovechar económicamente la pegada, en el momento, de sus temas musicales,
y los demás quieren dejárselo, al supuesto manager, que en definitiva, no
maneja nada.
Producto de esta
apatía, de invertir en su empresa musical cuando el éxito le llega, estos
artistas se quedan acorralados en el mercado local, y como si fuera, debut y despedida, desde que
el tema pasa de moda, se apaga su carrera artística, y con el tiempo llegan a la vejez, para luego exigir
una pensión al estado paternalista, para poder subsistir, ya que, tampoco invirtieron
en un seguro que le pudiese cubrir los gastos para vivir una vejez decente.
Pero esta
situación, no se presenta solamente en los merengueros, sino también, en los
intérpretes de los demás ritmos musicales, tales como; Bachata, urbanos, los
boleristas, típicos y baladistas, como acertadamente lo expresara recientemente,
el joven empresario artístico, Julián Peña, presidente de “Chico Mambo Producción”
en su reciente visita a la republica dominicana, de que.
Este joven, que
empieza a descollar en el mundo del entretenimiento en la urbe, ha mostrado preocupación
por la forma como manejan las grandes cantidades de dólares que ganan cuando
visitan los estados unidos los interpretes urbano, diciendo “Muchos de los
artistas que hacen giras a Estados Unidos ganan mucho dinero pero cuando llegan
al país prefieren adquirir costosos artículos sin pensar que deben invertir en
proyección, imagen y promoción de su propio producto”.
Con esta
lapidaria frase, se aprecia, de que, los intérpretes del ritmo urbano, los
cuales se jactan y hacen, a través de las redes sociales, ostentaciones de; lujosos vehículos, grandes mansiones, bebidas
y ropas muy caras (que no es malo) están caminando el mismo sendero, de
aquellos, que hicieron fortuna de la música, y no hicieron la inversión necesaria
para poder mantenerse a través del tiempo y, hoy, tienen que mendigar de la
asistencia pública del estado.