(Fotos: AP/ Reuters)
Los pies se
movían sin parar al ritmo de “Hot Stuff”, los brazos se bamboleaban al
sentir el primer acorde de “On the Radio”, el cuerpo se estremecía al
compás de “Last Dance”. Sus canciones. Los éxitos que la llevaron a ser
nombrada la reina de la música disco. Monarca del movimiento que este
jueves nos brindó su último baile.
Aquí las razones para venerarla y los datos que nos permitirán conocerla y recordarla.
Nació la noche de año nuevo de 1948. Tenía 6 hermanos. Vivía
junto a sus cristianos padres en un suburbio en Boston. Su infancia no
fue fácil, pero la música empezó a servirle de coraza. La hizo salir
adelante. LaDonna Adrian Gaines, su verdadero nombre, empezó a cantar en
la iglesia y luego formó un grupo con su hermana. A finales de los 60 y
convencida de que la música sería su pasaporte para irse de su Boston natal, la joven abandonó el colegio. En su ciudad siempre se sintió como una extraña. Era tiempo de cambiar eso.
En 1968 llegó a Nueva York junto al grupo de rock psicodélico The
Crow, del cual era vocalista principal. Sin embargo, este se separó al
poco tiempo. Desempleada y sola en la gran ciudad, Summer audicionó por
un rol en el musical “Hair”. No lo consiguió, pero cuando la compañía
decidió llevar el espectáculo a Europa, la volvieron a llamar. Ella
aceptó el papel e hizo maletas para irse a Alemania, donde permaneció
varios años. Allí fue parte de varios grupos y ofreció múltiples
presentaciones. En 1974 lanzó su primer álbum, “Lady of the Night”, el
cual pasó desapercibido.
No fue hasta 1975 cuando su carrera fue catapultada
gracias al tema “Love to Love You Baby”, el cual empezó a sonar fuerte
en Europa y poco a poco se fue ganando un lugar en las radios del viejo
continente. Sin embargo, este generó también bastante polémica, debido a
la manera sugerente en el que Summer lo interpretaba. “22 orgasmos
fueron simulados cuando se hizo esta canción”, indicó por su parte la
revista “Time”.
Mientras tanto, la artista contrajo matrimonio con el actor austríaco Helmuth Sommer, quien no solo le dio el apellido que la haría
famosa, sino también una hija, Mimi. La pareja se divorció al poco
tiempo. Según los reportes, Sommer era muy violento con su esposa.
Los siguientes álbumes de la cantante, “Love Trilogy” y “Four Season of Love”, fueron disco de oro en Estados Unidos.
DORADO CAMINO
Donna Summer continuaba
consolidándose como la ama y señora de la música disco, cuando llegó
“Thank God it’s Friday”, película que llevaba un muy popular soundtrack:
“Last Dance”, canción por la que la cantante se llevó por fin el premio
que por años esperaba: su primer Grammy. Pero eso no fue todo, el tema
además la hizo acreedora de un Óscar a la Mejor canción.
En 1978 lanzó su nueva placa, “Live and More”, el primer disco suyo
que alcanzó el número 1 en el ránking Billboard de Estados Unidos.
Luego, la dueña y señora de las pistas de baile conoció al vocalista del
grupo Brooklyn Dreams; Bruce Sudano. Dos años después ambos se casaron.
Para su nuevo trabajo discográfico, Summer optó por hacer algo
así como una oda musical a las prostitutas. En la portada de “Bad
Girls” la mujer que se crió en el seno de una familia católica
lucía como una de las mujeres a las que les cantaba. De este disco se
desprendieron también varios éxitos inmortales, como “Hot Stuff”,
canción por la cual la diva se convirtió en la primera ganadora de un
Grammy a la Mejor performance vocal femenina de rock.
Luego llegaría el disco doble “On the Radio”. Donna Summer ya era la
indiscutible monarca de la música disco. Sin embargo, llegados los años
ochenta, optó por cambiar su camino, probar con nuevos géneros y
alejarse del género que la hizo famosa.
NUEVOS HORIZONTES, NUEVOS PROBLEMAS
El
notable productor Qincy Jones, Michael Jackson y Stevie Wonder
colaboraron con el nuevo disco que lanzaría Summer: “The Wanderer”. Sin
embargo, no fue hasta el lanzamiento de “She Works Hard for the Money” cuando la diva saboreó uno de los más grandes éxitos de su prolífica carrera.
Sin embargo, sus batallas
ganadas se vieron empañadas por sus problemas. La estrella peleaba
contra una dura adicción a los medicamentos, de la cual le costó años
salir. Donna Summer sufría de depresión y ataques
de ansiedad. Además, según contó luego en su biografía, intentó
suicidarse en varias ocasiones. En 1979, tras una crisis nerviosa,
acudió a la iglesia y desde ese momento afirmó que era una cristiana que
había vuelto a nacer.
Por otro lado, la polémica terminó por estallarle al haber afirmado
que el sida era un castigo para los homosexuales por sus comportamientos
sexuales, cuestión que luego negó haber dicho
Poco a poco el éxito de su juventud comenzó a abandonarla. Sus
siguientes discos no alcanzaron los números de antaño y la diva decidió
tomarse la situación con calma. Colaboró con múltiples artistas, actuó
en conciertos con fines solidarios y lanzó recopilaciones con sus temas
más populares. Sin embargo, en 2008, tras 17 años de silencio
discográfico, retornó al género que la hizo famosa: la música disco, al
lanzar el álbum “Crayons”. Se dice que antes de morir se encontraba
empeñada en terminar su nueva producción. Solo queda esperar para ver si
lo logró.
Donna Summer deja un esposo devoto, tres hijas y cuatro
nietos. Donna Summer deja sus éxitos, sus cinco premios Grammy,
canciones con las que hasta hoy no podemos evitar ponernos a bailar y un
título que nadie podrá robarle: el de la reina de la música disco.