En el metro, entre los viajeros que se desplazan por el corazón de la ciudad de Nueva York, Danny Groner llama la atención.
Es una de las únicas personas en su vagón que no está mirando la pantalla de su celular.
Y está orgulloso de no pertenecer a los más de dos tercios de estadounidenses que poseen un teléfono inteligente.
Al igual que los magnates de los negocios Warren Buffett y Stephen Schwarzman, la única conexión móvil de Groner con el mundo es un viejo teléfono plegable o con tapa que usa sólo para llamadas y mensajes de texto.
Pero Groner no es viejo. A los 32 años es el tipo de clientela a la que apuntan los fabricantes de teléfonos móviles.
No sólo es joven, es gerente de la agencia de fotos Shutterstock, valorada en US$1.200 millones, una de las grandes historias de éxito de Silicon Valley. Su oficina está en la sede de la compañía que ocupa dos plantas del edificio Empire State, en Manhattan.
Es una de las únicas personas en su vagón que no está mirando la pantalla de su celular.
Y está orgulloso de no pertenecer a los más de dos tercios de estadounidenses que poseen un teléfono inteligente.
Al igual que los magnates de los negocios Warren Buffett y Stephen Schwarzman, la única conexión móvil de Groner con el mundo es un viejo teléfono plegable o con tapa que usa sólo para llamadas y mensajes de texto.
Pero Groner no es viejo. A los 32 años es el tipo de clientela a la que apuntan los fabricantes de teléfonos móviles.
No sólo es joven, es gerente de la agencia de fotos Shutterstock, valorada en US$1.200 millones, una de las grandes historias de éxito de Silicon Valley. Su oficina está en la sede de la compañía que ocupa dos plantas del edificio Empire State, en Manhattan.