Hace algunos años, Carlos Villagrán vivió el dolor más intenso de su vida al descubrir que es portador de un gen que provoca una anomalía en los huesos de la columna vertebral llamada mielomeningocele espina bífida,
es decir, la espina dorsal no se forma adecuadamente provocando una
masa quística que impide el movimiento de las extremidades inferiores.
El actor recordó en una entrevista con el Diario Basta uno de los
peores momentos de su vida, cuando hace nueve años perdió a su nieta
Zara a causa de esta condición.
“Me cuesta muchísimo trabajo hablar de mi Zara. Ella era la hija de mi hija Vanessa, pero como el papá no se quiso hacer responsable de ella, yo la adopté. Cuidé a mi niña y le di todo mi cariño y, aunque nació con esa enfermedad que hace que la espina dorsal se salga, a mí no me importó. La operaron e iba siempre a terapia. Era una niña muy hermosa, la quise muchísimo, pero desafortunadamente sólo vivió un año y medio, se puso malita, la llevamos a un hospital y ahí falleció”.
Carlos Villagrán revela que esta enfermedad también la porta otra de sus nietas, aunque con menor severidad.
“Tengo otra de mis nietas que también nació con ese problema, ahorita
ya tendrá unos 16 años de edad, pero afortunadamente no ha sido tan
grave gracias a las terapias. Camina despacio y puede hacer muchas
cosas”.