Durante mi larga carrera de periodista de espectáculos, conocedor como la palma de la mano cuando un artista que se lanza puede o no ser exitoso, o si solamente se pone en el medio para salir en los periódicos en los programas de televisión y sonar pagando payola dondequiera que “cogen cuartos para sonar”, es una realidad como el día a día.
Nunca he sido amigo de “lambones y extorsionadores” que pululan por el medio, suplantando muchas veces a los verdaderos periodistas de espectáculos que crean opinión a nivel local e internacional.
Me cabe la satisfacción de que por mis contactos internacionales, muchos artistas fueron a programas de televisión a México, salieron en las portadas de periódicos y revistas en Puerto Rico y muchos países de Centroamérica.
Como muestra pregúntenle a Sergio Vargas, como entró “La Ventanita” en los rankings de la radio latina en los estados unidos.
O indaguen con Pochy Familia si él salió en 52 periódicos y revistas de espectáculos de los estados unidos donde se concentra la comunidad latina que consumió merengue desde la aparición de la Coco Band, sin mi modesto apoyo.O sería bueno preguntarle a Vladimir Dotel el de Los Ilegales, cuando viajé con su señora madre a Puerto Rico para introducirlo en la radio, los periódicos y los medios de la vecina isla.
Pero este trabajo no es para decir que por los años 80 cuando la periodista de Santiago Luisa Rebeca presentó al mundo la boda de Michael Jackson con Lisa Marie Presley, yo me presenté ante el juez Hugo Álvarez Valencia, quién me suministró tantos datos de la boda de la superestrella, que todavía estoy pensando escribir un libro sobre ese inédito material y que por supuesto complementó el trabajo de Luisa.
Por eso me doy el gusto de pregonar a los cuatro vientos de que ahora es el momento de Rafely Rosario.
Sin el bulto de que es hijo de uno de los más auténticos artistas de este país.
Y sin decir que es sobrino del mago del marketing internacional del merengue.
Este joven a quién tuve la oportunidad de saludarlo y decirle que él era una estrella sin la necesidad de padre o tíos famosos.
Eso sí el tiene la oportunidad de levantar la antorcha olímpica que Vladimir Dotel ha tenido en la mano durante tanto tiempo y no se la ha dejado quitar.
Si Rafely quiere triunfar, se tiene que meter en la ropa de Vladimir Dotel y descubrirle sus trucos.Que se olvide de las letanías del merengue caduco. Que venda imagen, trabajo y sobretodo verdad.
De bultos con los éxitos de los merengueros ya el público se cansó
Este es el momento de Rafely…que no lo deje pasar y que se mire en el espejo de los que se lanzaron…y ahora son sólo un lamento y ni un recuerdo.
