Mientras que el capitán del barco es señalado como principal responsable del naufragio, una empleada rechaza las críticas al desempeño del personal a bordo y se queja de la actitud de algunos pasajeros
Katia Keyvanian es una integrante del equipaje de la nave Costa Concordia que, por aparente imprudencia de su comandante, encalló en una orilla rocosa de la isla de Giglio, sobre el Mar Tirreno. El accidente causó hasta ahora 6 muertos, 15 desaparecidos y varias decenas de heridos, entre los 4.229 pasajeros que transportaba.
El comandante, Francesco Schettino, se encuentra detenido y seguramente enfrentará acusaciones por negligencia criminal, ya que los primeros testimonios indican que se acercó peligrosamente a la costa, a modo de gesto hacia un tripulante originario de Giglio.
Muchos medios dieron cuenta también de una demora en advertir a los pasajeros de lo sucedido y de una evacuación caótica. Rechazando estas acusaciones, Katia Keyvanian envió una carta al sitio de noticias italiano Il Post -que asegura haber verificado su identidad y ocupación- en la cual protesta por el tratamiento que la prensa le dio a la operación de evacuación y salvataje de los pasajeros del Costa Concordia.
Ella asegura que todos cumplieron con su deber y de un modo muy eficiente. Estos son extractos de su mensaje publicado por Il Post, con los signos de exclamación y mayúsculas puestos por la autora:
"Me llamo Katia Keyvanian. Embarqué el 13 de enero para remplazar a una colega a bordo del Concordia. (...) Me gustaría tanto ser invitada por los periodistas que, sin conocer la situación, sin verificar sus fuentes ni la información, han escrito y dicho un paquete de tonterías. Cuánto me gustaría poder responder a ese torrente de inepcias y contraverdades que hemos podido escuchar! (...)