Por muchos años temas como “derecho de autor” o el “espionaje industrial” eran vistos como plagas incurables en países subdesarrollados como el nuestro, donde existe poca cultura de entender que el conocimiento tiene un valor monetario.
El DR-CARFTA obligó a que República Dominicana impusiera una serie de medidas para proteger los derechos de autor, a lo que se debe el surgimiento de una entidad como la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI) y a nivel internacional ya los autores pueden sacar provecho a su creación intelectual.
Uno de los primeros casos que ha logrado transitar varios peldaños en la justicia sobre espionaje industrial ha sido el presentado por la empresa Multiquímica Dominicana, una de las líderes en la producción de materia prima para pinturas, plásticos y otros productos.logró prisión preventiva de tres meses contra un exejecutivo suyo al que se le acusa de haber robado fórmulas de materia prima para beneficiar a otras empresas, en este caso extranjera, con presencia en el mercado dominicano.