Abinader precisó, en su acostumbrada rueda de prensa de los lunes, que mientras sea el presidente de República Dominicana no aceptará ningún campo de refugiados en el país, sin importar quién lo pida y quién lo exija.
«Hace un año y medio recibimos llamadas de otras instituciones del Gobierno norteamericano, que no de la Casa Blanca, para esto (de los campos de refugiados), les expresamos nuestra posición y no hubo más requerimientos» sobre el particular, dijo.
También aseguró que su país continuará con las deportaciones de «personas ilegales» tal y como lo hacen países como los propios Estados Unidos, Bahamas y Jamaica, ya que, según destacó, esto es parte de las sociedades organizadas, donde se respetan la Constitución y las leyes, como sucede en República Dominicana.
Reiteró que la posición dominicana es conocida por la comunidad internacional desde inicios de su Gobierno.