“Hemos tenido que tomar medidas, no podemos quedarnos cruzados de brazos”, expresó ayer a Listín Diario el recién designado director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), Héctor Mojica.
En sus primeros cuatro días al frente de la OMSA, el funcionario dispuso cambios en los principales departamentos, y ha adoptado una serie de medidas tanto en el orden administrativo como de servicios.
Las medidas abarcan la cancelación de 18 empleados administrativos, incluyendo a los directores de los departamentos más sensibles, como jurídico, almacén, compras, suministro, servicios generales, combustible, control y calidad, supervisión general y seguridad, que guardan vinculación con los hechos que concluyeron con el asesinato del abogado, Yuniol Ramírez, quien supuestamente extorsionaba a la anterior administración.
Sostuvo que el número era mayor, pero que luego de las investigaciones se repusieron algunos. Refirió que no tiene información de cuántos empleados de la OMSA hayan sido investigados por el caso de Ramírez, aparte de los cuatro que fueron sometidos a la justicia, además de Rivas.
Entre los despedidos, figura un chofer que fue detectado el martes en la noche intentando sacar un vehículo, con obras de arte de la OMSA, cuyo nombre fue suministrado a las autoridades, según informó Mojica en una entrevista concedida a Listín Diario, vía telefónica.