Por Joseph Cáceres
josephcaceres.net
CHERITO
Aunque algunos lo ven como un exponente de las nuevas tendencias musicales que se manifiestan en el mercado con el merengue, justo es señalar que Cherito Jiménez es hoy día la cara que aún queda de la mejor y más representativa etapa de nuestra música desde la plataforma de la ciudad de Nueva York.
The New York Band fue la respuesta de la gran urbe al movimiento de nuestra música en los años ochenta y noventa, constituyendose en ese tiempo en la mejor representación del merengue hecho por gente residente en el territorio continental de los Estados Unidos.
El Conjunto Quisqueya y La Patrulla plantaron nuestra bandera en la isla de Puerto Rico, y lo propio aconteció con The New York Band y La Gran Manzana en la ciudad de Nueva York.
Todas la agrupaciones mencionadas, tanto las de Nueva York como las de Puerto Rico, cumplieron su etapa, pero de la The New York Band ha resultado uno de los productores y creativos de nuestra música que con mejor criterio está abordando la música de este tiempo.
Cherito Jiménez es, en mi opinión, quien con mejor desempeño y acierto está abordando el necesario proceso entre el merengue tradicional y la expresión de los denominados mamberos, acopiando elementos de cada uno de ellos, en una propuesta que le hacen aparecer diferente y refrescante sin comprometerse abiertamente con ninguna de las dos tendencias.
En esa vertiente está haciendo aportes muy significativos, como se pudo verificar en sus trabajos de producción para Jimmy Bauer y en los que ha hecho ultimamente para su orquesta.
Unos arreglos para la gente de este tiempo, en base a una estructura musical que no tiene desperdicio.
Mientras otros músicos se diluyen renegando y criticando el denominado merengue callejero, Cherito está buscando fórmulas musicales para tratar de satisfacer las necesidades de la gente que está consumiendo esas expresiones.
No es solo atacando a los que hacen adefesiones musicales, sino también buscando alternativas y propuestas que puedan de alguna manera penetrar y llamar la atención de los consumidores de esas expresiones que se puede librar la batalla y desarrollar la guerra.
Pienso que en Cherito tenemos uno de los mejores generales para la gran batalla musical de este tiempo.
Es una lástima que algunos no sepan interpretar sus coordenadas, sus planes de ataque y sus estrategias, por llevarse del inmediatismo y la cursileria rosa en que hemos caido en estos tiempos en que no se resaltan ni distinguen a nuestros verdaderos valores.
Gran parte de la crónica de arte lamentablemente ha caído lamentablemente en el terreno de la cursilería barata que no sabe distinguir entre lo malo y lo bueno.