Los huracanes más destructivos se vienen produciendo, precisamente, en el mes de septiembre, que acumula el 34 % de las tormentas de la temporada ciclónica (junio-noviembre), un 39 % de los huracanes y un 47 % de los huracanes poderosos desde que existen registros.
REDACCIÓN.- Transcurridos 92 años desde que el huracán San Zenón asoló Santo Domingo el 3 de septiembre de 1930, ningún otro fenómeno ha causado tanta devastación en la ciudad como ese ciclón, que se llevó unas 2,000 vidas humanas y sirvió de coartada a Rafael Leónidas Trujillo para afianzarse en el poder.
Tanto reconocimiento le procuró su actuación frente a la debacle meteorológica que el propio Parlamento dominicano aprobó un cambio de nombre para la capital dominicana, que en 1936 pasó a tener el apellido del dictador (1930-1961) y ser denominada Ciudad Trujillo durante más de dos décadas.
San Zenón fue un huracán "muy destructivo, era de una categoría muy alta, posiblemente la máxima" y su ojo pasó justo por encima de la capital dominicana, que por aquel entonces era una pequeña urbe de unos 70,000 habitantes.
"Gran parte de las edificaciones eran precarias, de madera, y se encontraban fuera del centro colonial de la ciudad amurallada", cuyos edificios de piedra resistieron mejor los vientos.