Han pasado 20 años y Gloria Trevi (Monterrey, Nuevo León, 1968) todavía tiene que aclarar que aunque estuvo en prisión preventiva casi un lustro, nunca cometió ningún delito y fue declarada inocente de los cargos de corrupción y secuestro de menores. "Yo viví en carne propia lo que es el abuso y lo que es el maltrato", dice a Verne la cantante. "Lo que tenía que hacer era salir adelante y levantarme".
En el pasado quedan los años en los que revolucionó la música juvenil mexicana de los noventa con su estética rebelde y sus canciones provocadoras y pegadizas. Durante dos décadas de éxitos encadenados, la cantante del pelo alborotado también vivió los abusos y malos tratos de su productor, Sergio Andrade, quien se aprovechó del nombre de Trevi como gancho para abusar de 12 mujeres más -muchas de ellas menores de edad-. El productor ejercía un completo control y dominio sobre ellas y les proponía hacerse famosas como coristas de Gloria Trevi para lanzarlas luego al estrellato. Andrade fue condenado a siete años de cárcel por violación, secuestro y corrupción de menores.
Ahora desde Los Ángeles, Gloria Trevi hace un alto en la grabación de su próximo videoclip y responde a las preguntas de este medio, vía telefónica.
El pasado 25 de octubre durante la gala de los Latin America Music Awards (AMAS), Trevi tomó el micrófono en el escenario y envuelta en gasa y pedrería, ante la atenta mirada de miles de espectadores, habló por primera vez frente al público del infierno que le tocó vivir. Siete minutos de corrido que arrancaron los aplausos del público. El vídeo acumula más de un millón de reproducciones en Youtube en menos de una semana.
En él, la cantante planta cara al hombre con el que pasó 17 años de su vida. “Él no fue mi creador ni mi descubridor porque con él y sin él he demostrado que yo soy Gloria Trevi”, se le escucha decir en el vídeo. “Mi abusador, hoy por hoy, está libre. No solo me hizo daño a mí, sino a muchas otras jóvenes y probablemente lo siga haciendo”, dijo. “Tenía 15 años cuando empecé a vivir con manipulaciones, golpes, gritos, abusos, castigos”, contaba Trevi a la multitud y agregó que nunca le contó a sus padres lo que pasaba porque tenía más compasión de su abusador que de ella misma.