Un día de octubre de 1988 Zoila Puello preparó su mejor sonrisa para salir al aire en lo que sería su primer contacto con la televisión dominicana: “TV Revista”.
Días antes había sido llamada por el subdirector del Canal 4, Radio Televisión Dominicana, para formar parte de este proyecto que se estaba gestando y que reuniría a los principales protagonistas de la crónica de arte, todos editores de las páginas de espectáculos del país.
Fue una propuesta que de entrada a ella no le agradó, sobre todo porque estaría al lado de veteranos en ese momento, como Joseph Cáceres, Carlos Batista Matos, Emely Tueny y Miguel Ángel Herrera. En ese equipo, ella era la novata y eso de alguna manera, impresiona.
Pero como ella es una mujer de armas a tomar, y sobre todo de asumir retos, al escuchar cuáles serían sus beneficios, ella reconcideró la propuesta y dijo sí acepto.Desde ese día Zoila no ha parado de trabajar en la televisión. Cada tarde de 2 a 3 de lunes a viernes, ella tiene una cita importante con su público, al que siempre ha respetado, por ello se preocupa de cada detalle que proyecta en el espacio de entretenimiento que este año celebra 30 años de transmisión.
A Zoila como comunicadora, madre y ciudadana le preocupa la vulgaridad y la falta de respeto y valores que se ve hoy día en los medios y muy en especial en la pantalla chica.
“Me duele cómo la TV se ha convertido en lo que es hoy. Tuve el privilegio de entrar a la TV con una generación como Freddy Beras Goico, Luchy Vicioso, Yaqui Núñez , Corporán de Los Santos, Nuria Piera, Jatnna Tavárez, Mariasela Álvarez, esas eran las figuras que había y que se estaban gestando cuando yo estaba y en ellos lo que imperó y se mantiene actualmente, en los que aún siguen trabajando, es el respeto y los valores, eso se ha perdido, con el tiempo, hay otra generación con otro código y eso nos duele”, sostiene el espíritu más feliz que tiene la televisión dominicana; Zoila Puello.Que a propósito de esta afirmación nos contó que este apellido surgió luego de entrevistar a una orquesta y uno de ellos muy inquieto, “al finalizar la entrevista le dije pero espíritu tranquilízate.
A esa persona le gustó y yo dije que lo usaría para llamar a las personas. Ahora la gente me lo dice a mí”, cuenta entre risas y recordando gratos momentos que ha vivido durante tres décadas de contacto con los artistas y el público en este espacio.