AGENCIAS DE NOTICIAS
Muchos hemos experimentado viajes en avión en los que dejamos las uñas
en los apoyabrazos y salimos con los músculos tan tensos que pareciera
que hemos hecho un maratón. Son esas fastidiosas turbulencias que ya desde hace varios años nos vienen advirtiendo serán cada vez más recurrentes debido al calentamiento global.
“Pueden ser inesperadas y suceder cuando el cielo parece estar despejado”
pero no deben ser motivo de preocupación, como recuerda la
Administración federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su siglas
en inglés), volar “es la forma más segura de viajar”.
No importa cuánto sintamos que estamos en una lavadora, lo cierto es que esas sacudidas no son nada en comparación a lo que es sometido un avión antes de salir de fábrica.