Desde
principios de la década de los 80, te escucho, veo, y leo, y en ese
seguimiento percibía tus denotados esfuerzos creativos, en propugnar por
una mejor television. Le dabas continuidad al comienzo de Teleantillas,
a fines del 79, mucho antes de empezar, entregabas informaciones
backstage, que rompían con los secretos tras de cámaras.
Desde entonces
comprendí tu gran capacidad de análisis, para hacer planteamientos sobre
lo que va ocurriendo en la pequeña pantalla, o “caja de tontos”, como
la denominaron algunos intelectuales, en la década de los 70
Por eso me nace escribir esta inquietud, y que seas el primer receptor de esta emisión.
A mi,
me preocupa profundamente la industria de la tv. He estado de
diferentes maneras en ella, ya sea como productor, creativo, conductor,
director y diseñador de canales, etc, al igual que mi rol y modus
vivendi que es la publicidad y el mercadeo.
La tv dejó
de ser un negocio. El pastel está repartido en demasiados pedazos, y esa
proliferación ha incrementado la telebasura, los contenidos insulsos, y
el facilismo.
Es muy
difícil producir calidad, en medio de una estructura tan pobre. Los
canales no te brindan verdaderas plataformas, para usted desarrollar sus
ideas, y no es meramente su culpa, es que tampoco los costos
operacionales, vs. rentabilidad comercial, les permite abrirse por
entero.
Este es uno
de los pocos países donde el 80% de la parrilla, es de programas
arrendados o producciones asociadas, lo que equivale a que los canales
no asumen las producciones, y esto obviamente dificulta, que el
productor pueda armar una logística que le permita las herramientas para
producir innovaciones.