Sarah Jessica Parker, protagonista y una de las productoras de Sexo en Nueva York, afirma que no se libró de la mala conducta de uno de sus compañeros. Parker, de 54 años, se lamentó en el programa Fresh Air de que un coprotagonista se comportó, "no solo de manera inapropiada, sino que quizás incluso diría que no estaba cumpliendo con las obligaciones contractuales".
La actriz no detalló explícitamente a qué tipo de comportamientos se refería ni quiso desvelar la identidad del hombre ni el proyecto en el que coincidieron, pero sí dijo que habló con su representante para que pusiera fin a aquello.
"No importa lo abierta de mente que yo fuese. Independientemente del papel que yo tuviese, no me sentía en la misma posición de poder que ese hombre que se comportaba de manera inapropiada", comentó la actriz.
Y continuó: "Aunque tenía todo el derecho a decir que aquello no me parecía correcto, no me sentía segura yendo a un superior. De hecho, tuve que acudir a mi agente porque no era capaz de transmitir lo incómodo que todo aquello era para mí", prosigue la estrella que está casada con el actor Matthew Broderick.
El mensaje fue claro: o aquello paraba o la actriz se marcha de la ciudad en la que estaban rodando y no iba a volver. En cuestión de horas, las cosas cambiaron. "Él era una gran estrella de cine y me limité a terminar lo que había acordado hacer", comenta. "No tuve que escuchar chistes sobre mí o mi figura o sobre lo que la gente pensaba que podían convencerme para que hiciera. Eso se detuvo", concluyó Parker.