Ahora que se ha unido oficialmente a la familia real, Meghan Markle deberá acatar una serie de reglas como miembro de la realeza británica.
Adiós a los selfies a los que Meghan estaba acostumbrada a hacerse con sus fans. Según The Mirror, antes de casarse con el príncipe Harry, la nueva duquesa de Sussex tuvo que decirle a una pareja en Nottingham que no le estaba permitido "sacarse selfies".
Aparentemente, la reina Isabel II no es fan de las autofotos, una moda que considera "desconcertante" y "extraña".
Tampoco podra firmar más autógrafos. El protocolo real lo prohíbe a sus miembros así que se ven obligados a decir cortesmente a la gente que no les está permitido. Por descontado nada de redes sociales, que se borraron en el momento en que se hizo oficial su compromiso con Harry.
La esposa del príncipe Harry ya forma parte de las cuentas oficiales del palacio de Kensington, junto con Kate Middleton, el príncipe Guillermo y el propio Harry, a través de las cuales se dan a conocer actos públicos a los que acuden y diversos comunicados.
De hecho, en la cuenta oficial de Twitter, aparece una foto de los cuatro como imagen del perfil. Ahora que Meghan es Alteza Real deberá acostumbrarse también a llevar seguridad todo el tiempo. Si, por ejemplo, quiere salir a correr por el parque tendrá que ser con guardaspaldas o nada. Ni podrá votar ni irse a dormir antes que la reina.