El ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, manifestó ayer, tras la decisión de República Dominicana de no firmar el Pacto Mundial por la Migración, que al Gobierno “nadie le dobla el pulso”, del que dijo “toma sus decisiones con responsabilidad y soberanamente”.
“A nosotros no hay ni qué doblarnos el pulso ni ayudarnos a doblarlo”, respondió el funcionario, ante declaraciones del Partido Revolucionario Moderno (PRM) de que el Gobierno estaba “asediado” por la oleada de todos los sectores que rechazaban la firma y se vio obligado a negarlo, dejando de lado presuntos compromisos internacionales.
Peralta destacó que el Gobierno hace sus estudios y escucha al pueblo porque una de las cosas de un buen Presidente es que oye a los ciudadanos y “eso no es malo, y ¿qué de malo tiene eso?”. El funcionario agregó que la decisión de República Dominicana al no firmar el pacto demuestra lo que es la democracia.
“Creo que el documento que elaboró el Gobierno es bien sustentado y profundo, no un documento alegre, sin conocer”, precisó.
El pasado martes, el Gobierno dominicano anunció que no firmará el Pacto Mundial para la Migración, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que deberá ser rubricado entre el 10 y 11 de este mes de diciembre, en una conferencia internacional en Marruecos.
La posición oficial
En una rueda de prensa para dar a conocer la posición del gobierno al respecto, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal, dijo que si bien el acuerdo tiene “innumerables disposiciones que son bien vistas por el Gobierno dominicano, así como la gran mayoría de los Gobiernos alrededor del mundo” también tiene disposiciones “que resultan contrarias al interés nacional”.
El primer Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular fue alcanzado en julio pasado en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por todos los estados miembros de ese ente, con la única excepción de Estados Unidos, que se desmarcó del proceso a finales de 2017. Desde entonces Suiza, Hungría, Austria, Australia, Bulgaria, Israel, Polonia y la República Checa han anunciado que no ratificarán el acuerdo.