En The Last Movie Star, una de sus últimas apariciones en las pantallas, Burt Reynolds encarnaba a una exestrella en horas bajas, un macho alfa que medio siglo antes había reinado en la taquilla y en los corazones de todo el mundo.
Ese actor recibía el homenaje de una panda de freakies que le recordaban que aunque su cine y su comportamiento fueran de otro siglo aún hay gente que disfruta de un guiño a destiempo, de una broma censurable por la corrección política y de un pecho peludo. Reynolds se estaba interpretando a sí mismo incluso cuando recordaba que durante cinco años consecutivos, de 1978 a 1982, sus películas fueron las más taquilleras.
O que en octubre de 1979 se convirtió en el segundo hombre en aparecer desnudo en la portada de Playboy (ya se había desnudado en 1972 en Cosmopolitan). Y aunque quedará leyenda –Reynolds nunca ganó el Oscar, pero probablemente tampoco lo necesitó-, su cuerpo, el de Burton Leon Reynolds Jr. se apagó ayer en Jupiter (Florida) a los 82 años, de un paro cardíaco, ya que llevaba tiempo arrastrando problemas del corazón.
Reynolds, con o sin bigote, fue el macho entre los machos del cine de los setenta y ochenta. Películas como Los caraduras, Rompehuesos, Los traficantes o Un caradura simpático no se entienden sin la chulería de un actor que siempre supo de sí mismo y que a la vez era famoso por montar broncas en los rodajes (Paul Thomas Anderson y él acabaron por no hablarse tras Boogie Nights). También sufrió en sus propias carnes el cambio de sensibilidades en el devenir de los tiempos y a finales de los ochenta desapareció del cine. Tampoco tomó decisiones acertadas, como rechazar La jungla de cristal.Y solo Boogie Nights y Striptease le devolvió la fama a finales de los noventa. Durante años lamentó que poca gente apreciara su cambio de tercio en Deliverance - Defensa (1972), de John Boorman, hoy filme de culto.
El mal resultado de aquella película le abocó a las comedias. Fueron un éxito, desde luego, pero se perdió un posible actor de enjundia. Ni siquiera logró una nominación al Oscar que sí alcanzó 25 años después con Boogie Nights.