domingo, 15 de febrero de 2009

REFLEXIONES


Escrito por: Cholo Brenes

1ª PARTE

“Aunque digan que soy un bandolero donde voy, le doy gracias a Dios por hoy estar donde estoy, y voy a seguir con mi tumbao y con mis ojos colorao, con mis gatos activao. Ustedes to me lo han dao”, “¡yo!, Don Omar, los bandoleros {Don Omar}.El hip-hop como tal, como música, surgió a finales de los años 1960, cuando las fiestas callejeras o "block parties" se volvieron frecuentes en la ciudad de New York, especialmente en el Bronx, debido a lo poco accesibles que resultaban para su gente los clubes y discotecas que había en zonas pudientes de la gran manzana, recordemos que el merengue de calle o urbano surgió, entre otras razones, por el alto costo de hacer música. El Gangsta-Rap es un sub-género de la música rap en el que las letras dan más importancia a las historias de gangsters y drogas.

La temática del crimen, la violencia, el sexo y las drogas, se plasman en diferentes sub-estilos musicales de la música rap y el regeeton.Realmente no es pura coincidencia que las letras de los raperos-regetoneros tengan un alto contenido sexual, violento e incitan al consumo de droga, ¿tendrá alguna relación que los grandes consumidores de droga, son también los mas fervientes seguidores de este sub-mundo? Al decir esto pienso lo siguiente o mejor piensen ustedes: ¿qué relación tiene el vendedor de droga a poca escala –dígase (los puntos)– con los atracos de poca monta (para comprar tenis), son capaces de quitarte la vida por un celular; la prostitución de las famosas menores (montadas en la cola de motores y con los últimos Jordan 23, el uso de niños de 6 a 12 como mulas que han sido bombardeados con todo tipo de mensajes en sus canciones y terminaron siendo parte del problema a tan corta edad y de la gran cantidad de tecatos en nuestras calles y en hogar Crea…, realmente ¿será pura casualidad? o simplemente el resultado de un sub-mundo con todos sus componentes: vestimenta, lenguaje, comportamiento, vicios, incluso hasta la forma de caminar es la misma.

Cuando vemos en nuestros barrios un rapero-regetonero que llega a tener cierta fortuna, carros, jipetas (jeepetas), cadenas (blim-bilm), muchas menores o mujerones y toda esa exhibición de efectivo. Es imposible llegar a tener un jipeta (jeepeta) de más de 60 mil dólares, sólo con las pocas presentaciones que tienen en clubes y discotecas con una capacidad mínima y poco nivel de producción, con tan poco tiempo de vigencia en el arte.

No es de extrañar rumores de que muchos de estos artistas tienen puntos de drogas o están ligados muy íntimamente con capos. Me viene a la memoria aquel famoso caso del narco-traficante José "Coquito" López, puertorriqueño inversionista en el desarrollo de grandes exponentes (Don Omar, Daddy Yankee) de este género en Puerto Rico. Como podrá trabajar Espectáculos Públicos y los Gandes asesores del gobierno en materia artística. “Sin ni siquiera conocer esto”...Y seguiremos!