Santiago. Con una discografía que abarca merengues, sones, mangulinas, boleros, baladas, guaguancós y guarachas, Francis Santana es el cantante dominicano más completo de todos los tiempos. De afinación privilegiada, mantiene en la actualidad el mismo registro de sus años de gloria, apegado siempre al concepto profesional que le caracteriza.
Francis, el hombre de la voz de dejadez particular, la excepcional segunda voz que se destaca sin proponérselo, el que canta ligeramente detrás del ritmo y la armonía, una característica aprendida del bolero, al igual que lo han hecho artistas como Santitos Colón, José Cheo Feliciano, Benny Moré, entre otras voces internacionales.
Canciones como “Dueña de mí”, escrita por Papa Molina; “Al retorno” de Bienvenido Brens; “Tus cabellos”, de Horacio Gómez; “Sígueme”, de Manuel Troncoso; “A primera vista”, de Manuel Sánchez Acosta y “Todo me gusta de ti”, de Cuto Estévez, “Confundidos”, de Rafael Solano, forman parte del repertorio emblemático de esta voz aquilatada e inconfundible de El Songo.
Este artista nuestro, capaz de transportarnos con su voz a los más variados ritmos, es también quien nos lleva a desaguar una traición, una congoja, una nostalgia entre sentires hondos que dejan huellas indelebles entre nosotros. Francis, esa voz del bolero que duele, es también la del bolero que redime y que enaltece…
“Me siento bien interpretando todos los géneros. Y ese estilo de rubatear (entrar un poco detrás del ritmo) nació conmigo. Lo he hecho siempre, es más, Jorge (Taveras) dice que lo hago hasta en los merengues. Siempre me quedo un poquito atrás, no me gusta ir con el ritmo, aunque siempre caigo en él”, dice el legendario interprete nacional.
El hijo de Papaé y doña Cruz, aquel muchachito que tuvo que apelar a los más variados oficios para llevar dinero a su casa, inició su carrera musical de la mano del son, ritmo donde muestra sus grandes condiciones vocales.
Ingresó a la orquesta del maestro Antonio Morel, con quien grabó mangulinas y el merengue “Masá, masá”, de donde la figura de Francis Santana sale del anonimato. Cabarets, hoteles y centro nocturnos cuentan con la voz de Francis Santana, donde se va acrisolando entre noches de bohemia y de desengaños. Ingresa a la Orquesta de Rafael Solano y se inicia la etapa del programa “La hora del moro”.
Con Solano graba numerosos temas que se convierten en éxitos, entre ellos “Arroyito cristalino”, “A bailar la mangulina”, “Sígueme”, “Anoche soñé”, “Magia”, “Confundidos”, “Está bien”, “Guayacanal”, “Qué malas son las mujeres”, entre otros.
A mediados de la década del setenta, graba con gran éxito, un disco de boleros bajo la dirección del maestro Bienvenido Bustamante. Forma su propia orquesta y luego de dos años de labor, emigra a Estados Unidos donde se establece por más de seis años.
A finales de la década de los ochenta, regresa a la República Dominicana y se integra al programa de Freddy Beras Goico, como cantante y comediante. En el 2000 graba otro disco “Esto ese bolero”, esta vez orquestado por Víctor Taveras, con una selección de temas escritos por dominicanos. Grabó además junto a Víctor Víctor un disco de sones, dirigido por Jorge Taveras. En este trabajo rescata temas emblemáticos de Piro Valerio, entre otros compositores del género. También el Banco de Reservas grabó recientemente un disco con sus temas más famosos.
Apoyo
Francis Santana, el legendario intérprete sigue trabajando en los escenarios nacionales e internacionales. Trabaja de manera constante con su orquesta, en la que también cantan Vinicio Franco y Frank Cruz. Entre merengues tradicionales y boleros esenciales de nuestra discografía, disfrutamos de un artista de gran trayectoria y calidad.
LUISA REBECCA
