César Medina
lobarnechea1@hotmail.com
Quienes conocieron y trataron a Claudio Nasco lo definen como un joven simpático, agradable, inofensivo... Además de inteligente, respetuoso, buen compañero y mejor amigo.
Llegó al país en sus tareas vocacionales para hacerse sacerdote, y ya entonces sentía pasión por la comunicación social, por el periodismo, por la televisión, la publicidad, las relaciones públicas.
Su inteligencia natural, su formación y su porte físico le abrieron las puertas a la televisión, y en poco tiempo cobró fama como presentador de noticias cuando la CDN comenzó a proyectarse como canal informativo por excelencia bajo el prestigioso manto del diario El Caribe.
Claudio Nasco también se ganó el respeto de sus compañeros, de los ejecutivos del canal y de la audiencia que lo situó como uno de sus favoritos. Porque era responsable y cumplidor.
Por un tiempo se ausentó de la televisión, pero seguía vinculado a los medios a través de las relaciones públicas, la maestría de ceremonias y a otras actividades relacionadas con la comunicación social.
Su retorno, sin embargo, no tardó mucho; lo hizo de la mano de Nuria Piera en el mismo medio donde comenzó, CDN, en su nueva etapa y a cargo de la emisión estelar de noticias, a la hora del cierre. También en muy poco tiempo retornó a la principalía noticiosa.
El impacto del crimen
El asesinato de Claudio Nasco impactó a la opinión pública. Se produjo cuando apenas iniciaba el feriado del fin de semana y durante los días subsiguientes nadie hablaba de otra cosa.
Evidentemente fue víctima de una trampa mortal que le tendieron tres delincuentes muy jóvenes, de entre 18 y 21 años, que lo maniataron y amordazaron para luego asesinarlo cruelmente de varias puñaladas.
Los pormenores del suceso carecen de relevancia cuando se trata de un crimen vulgar que ha consternado a la sociedad dominicana y que define con claridad los niveles de crueldad a los que ha llegado la criminalidad en nuestro país.
Claudio fue una víctima más de la violencia que él tanto narró como presentador de noticias, y que probablemente comentó con sus compañeros periodistas y gente de la televisión.
Los principales medios informativos del fin de semana siguieron paso a paso el curso de la investigación policial, que concluyó al mediodía del domingo con la revelación de los nombres de los tres asesinos.
Nuria pierde un gran amigo
Bastaba ver el rostro compungido de Nuria Piera para conocer su dolor... Ella había logrado el retorno de Claudio a la televisión. Y él había vuelto sólo por ella, por la gran admiración y respeto que sentía por su trabajo.
Junto a Nuria estuvieron todos los compañeros y amigos de Claudio en esos dos días de dolor y angustia, mientras la Policía afanaba los trámites para identificar y capturar a los culpables.
Hay que reconocer la rapidez y eficiencia de la investigación policial encabezada desde el primer momento por el mayor general Castro Castillo y la oficialidad de la institución del orden. Con actuaciones como esa la Policía recupera la credibilidad perdida.
La Cadena de Noticias pierde su principal rostro con la muerte de Claudio Nasco... En medio de su dolor puede recibir el consuelo del extraordinario aprecio que siente por ella la gente de todos los estratos de esta sociedad. ¡
En especial por Nuria... A quien todos queremos y respetamos!
Quienes conocieron y trataron a Claudio Nasco lo definen como un joven simpático, agradable, inofensivo... Además de inteligente, respetuoso, buen compañero y mejor amigo.
Llegó al país en sus tareas vocacionales para hacerse sacerdote, y ya entonces sentía pasión por la comunicación social, por el periodismo, por la televisión, la publicidad, las relaciones públicas.
Su inteligencia natural, su formación y su porte físico le abrieron las puertas a la televisión, y en poco tiempo cobró fama como presentador de noticias cuando la CDN comenzó a proyectarse como canal informativo por excelencia bajo el prestigioso manto del diario El Caribe.
Claudio Nasco también se ganó el respeto de sus compañeros, de los ejecutivos del canal y de la audiencia que lo situó como uno de sus favoritos. Porque era responsable y cumplidor.
Por un tiempo se ausentó de la televisión, pero seguía vinculado a los medios a través de las relaciones públicas, la maestría de ceremonias y a otras actividades relacionadas con la comunicación social.
Su retorno, sin embargo, no tardó mucho; lo hizo de la mano de Nuria Piera en el mismo medio donde comenzó, CDN, en su nueva etapa y a cargo de la emisión estelar de noticias, a la hora del cierre. También en muy poco tiempo retornó a la principalía noticiosa.
El impacto del crimen
El asesinato de Claudio Nasco impactó a la opinión pública. Se produjo cuando apenas iniciaba el feriado del fin de semana y durante los días subsiguientes nadie hablaba de otra cosa.
Evidentemente fue víctima de una trampa mortal que le tendieron tres delincuentes muy jóvenes, de entre 18 y 21 años, que lo maniataron y amordazaron para luego asesinarlo cruelmente de varias puñaladas.
Los pormenores del suceso carecen de relevancia cuando se trata de un crimen vulgar que ha consternado a la sociedad dominicana y que define con claridad los niveles de crueldad a los que ha llegado la criminalidad en nuestro país.
Claudio fue una víctima más de la violencia que él tanto narró como presentador de noticias, y que probablemente comentó con sus compañeros periodistas y gente de la televisión.
Los principales medios informativos del fin de semana siguieron paso a paso el curso de la investigación policial, que concluyó al mediodía del domingo con la revelación de los nombres de los tres asesinos.
Nuria pierde un gran amigo
Bastaba ver el rostro compungido de Nuria Piera para conocer su dolor... Ella había logrado el retorno de Claudio a la televisión. Y él había vuelto sólo por ella, por la gran admiración y respeto que sentía por su trabajo.
Junto a Nuria estuvieron todos los compañeros y amigos de Claudio en esos dos días de dolor y angustia, mientras la Policía afanaba los trámites para identificar y capturar a los culpables.
Hay que reconocer la rapidez y eficiencia de la investigación policial encabezada desde el primer momento por el mayor general Castro Castillo y la oficialidad de la institución del orden. Con actuaciones como esa la Policía recupera la credibilidad perdida.
La Cadena de Noticias pierde su principal rostro con la muerte de Claudio Nasco... En medio de su dolor puede recibir el consuelo del extraordinario aprecio que siente por ella la gente de todos los estratos de esta sociedad. ¡
En especial por Nuria... A quien todos queremos y respetamos!
