Esta semana muchos me odiarán y otros me apoyarán. No creo que nadie me ame, especialmente porque en el Nacómetro voy a incluir a una señora, a la que por su edad y por sus años de trabajo, le debo todo mi respeto, pero eso no quita que pueda ejercer mi opinión y que ustedes tengan el espacio para atacarme o no.

Charytín Goyco es una veterana de los medios de comunicación en toda la extensión de la palabra. Eso merece respeto. Como también lo es el señor Don Francisco, el mexicano Joaquín López Dóriga, en Televisa, y otros más, cada uno en su rango. Pero más allá que debatir si debían ceder sus espacios a talentos jóvenes o a propuestas nuevas, quiero que analicemos los vestuarios de Goyco. Literalmente le meten miedo al miedo. ¿Acaso la viste su enemigo?