Escrito por: Cholo Brenes (cb48ypico@hotmail.com).
Cuando alguien con poca vista entra a una casa en donde no conoce la distribución de los muebles, es muy posible que choque con sillas, mesas y tumbe varios objetos, no siendo lo peor del caso, ya que puede llegar a caerse de bruces y lastimarse. Algo similar pasa en el arte dominicano, no se sabe hacia donde va y que es lo que se quiere. Siempre hemos escuchado hablar en la gran industria musical latina de los inmanejables que son los artistas dominicanos. Le es un poco difícil y ahora más a las multinacionales contratar a artistas nuestros por la visión miope de una gran parte de ellos.
En todos los aspectos de la vida el manejo es muy importante, lo más cercano a nosotros en el entorno que conocemos es un manager de baseball, en donde coloca y planifica la jugada y realiza una rotación de sus picher más importantes dependiendo el equipo contrario.
Que hago entender con esto: el manager es el que maneja la estrategia de llegar a un objetivo del artista en la colocación de los niveles de aceptación popular en niveles importantes. Tenemos mucha experiencia en ese campo al haber trabajado con un sin fin de talentos y en donde prácticamente mas de un 70% de ellos han logrado el objetivo que nos hemos propuesto.
Realmente para esto debe de existir una compenetración entre el artista y el manejador, al no creer en su manejador no se llegara a un feliz termino y por ende a una meta importante. Por desgracia los artistas se siguen llevando de cantos de sirena y sin saber cosas elementales, como por ejemplo, la cantidad de emisoras que ponen merengue, bachata y baladas y cuales son la posibilidades de sonar en ellas, aquí en la capital no se sabe cuantas hay de bachata, merengue, baladas-pop, rock-norteamericano, regueton, hip-hop, cristianas y mil géneros mas.
Lo importante de esto reside en que los sueños de los talentos al crear su producción imaginan que el día después estarán sonando en todas las emisoras, siendo esto casi imposible ¡ni magaro que fuera el manejador y todo su equipo! No se puede realizar una labor fructífera si no existe una compenetración entre el manejado y el manejador.
Hace más de 3 años dijimos que el merengue de calle llegaba con mucha fuerza y debería renovarse nuestro merengue (tradicional). Interpretes y “manejadores” me dijeron que estaba divariando.
Un buen MANEJADOR debió de preveer esto, debiendo asesorar al artista con un planteamiento de renovación en nuevas propuestas musicales. Esto nunca sucedió. Son sencillos vendedores de fiestas y ¡ya ni eso, la que la vende son las secretarias! Ellos pasan a ser celestinos y edecanes del artista.
Los sueños de un artista no necesariamente son realizables, es importante la calidad del manejador y mas importante la estrategia que se lance y la calidad del interprete (artística, humana). Te puedes encontrar en el camino con personas que “te pinte pajaritos en los aires” y estos solo logran obtener dinero sin ningún objetivo. Me dicen que: “la mayoría de los artistas que dejan de trabajar conmigo, desaparecen en el olvido, como si yo fuera brujo”, esto sucede cuando trabajan con familiares, allegados y lambones y terminan caídos de bruces cual miope en la oscuridad.
Salvo honrosas excepciones, ¡al que le sirva el sombrero que se lo ponga!Hay muchos vivos, el la radio, prensa y en la televisión y como he visto en estos días en una conocida caricatura, que hay que tener mucho cuidado porque te puedes encontrar con ideas extrañas sin lograr objetivos determinados.
¡El Peco! Que son los periodistas comprados y estos están en todo: deporte, política y arte, cobrando su dinero pero sin lograr ningún objetivo.Hay que sembrar y el artista conocer las realidades, que nadie se las cuente y que luche por ellas, tienen que aprender a ver, no conformarse con mirar.
